Guillermo del Toro: los monstruos y los fantasmas ahora son mis amigos
Por José Romero Mata
“De niño les tenía mucho miedo, tanto que en alguna ocasión me orine en la cama por miedo a no ir al baño en la medianoche y todo porque veía que de los hilos de la alfombra en la casa de mis padres salían unas manos de monstruos que me querían atrapar y por eso no quería ir al baño, recordó Guillermo del Toro en una de numerosas entrevistas que sostuvo con este reportero.
“Hasta que un día me di valor y los enfrente. Les dije que si me dejaban de espantar nos haríamos amigos y desde ahí somos grandes e inseparables amigos”, señalo el cineasta mexicano quien cuenta con una impresionante colección de monstruos fantasmas y demás memorable en una de sus residencias de Los Ángeles en donde quien ya es considerado una obligada referencia en historias de terror, y quien ya tiene en mente nuevas historias fílmicas para sus futuras producciones y que van desde nuevas versiones de “Frankestein”, “Vampiros”, hasta “Las brujas” de Raold Dahl.
En una de las conversaciones Del Toro compartió que cuando hizo pública a su familia católica y conservadora, su amistad con los monstruos y que hasta contaba de haber visto a familiares ya fallecidos, su abuela preocupada por su fascinación por lo oscuro hasta le practico de manera infructuosa un exorcismo.
En esta residencia que Del Toro compro hace más de una década la ha ido acondicionando con un estilo fantasmal y gótico y además tiene miles de figuras de colección de esculturas, pinturas, esculturas, grabados, fotografías, vestuarios, artefactos antiguos, libros, maquetas y montajes de monstruos así como personajes míticos y también de su películas como Hellboy, Blade, Espinazo del diablo, Mimic, Crimson peak, El laberinto del fauno y La forma del agua, que en conjunto le dan un toque singular a ese recinto de inspiración cinematográfica.
Del Toro está por hacer historia en la próxima entrega del premio Oscar al convertirse –lo que ya muchos consideramos como un hecho consumado- en el primer director mexicano en ganar una estatuilla en mejor película animada por “Pinochio”. Ya en el pasado Del Toro gano el Oscar en mejor director y película por “La forma del agua” –Shape of water-..
El cineasta mexicano que no habia tenido gran incursión en las cintas animadas ha expandido su marco de accion en el mundo de la fantasia y sobresale el hecho de que casi a la par del lanzamiento de “Pinocchio” los poderosos estudios de Disney tambien estrenaron su versión de Pinocchio pero no sólo no fue competencia sino ha sido considerado un rotundo fracaso a pesar de que esa pelicula tuvo la participacion del galardonado actor Tom Hanks y con todo y ello falló en taquilla y en premiaciones.
De joven el jalisciense en sus inicios hizo películas caseras y hasta apareció en un comercial en la televisión mexicana para promover un producto efervescente para el malestar estomacal para después iniciar su carrera como director de cine con “Cronos” pero antes escribió guiones y produjo en la década de los 90s la serie en la televisión mexicana “La hora marcada” que fue toda una sensación por contener historias de suspenso y terror con actores mexicanos.
El realizador mexicano originario de Guadalajara llego a Los Ángeles junto con sus grandes amigos y hermanos del alma Alejandro González Iñarritu, Alfonso Cuaron y el cinematógrafo Emanuel Lubezki quienes de alguna manera conforman una sólida mesa de cuatro patas más que firme en proyectos cinematográficos que en las últimas dos décadas han logrado cautivar a la industria de Hollywood y en donde pocos saben que los cuatro intercambian ideas, consejos y hasta revisan sus proyectos antes de terminarse, lo que les da un plus de enriquecimiento singular y creativo.
De todas estas luminarias mexicanas, sin duda Del Toro es el que más se distingue como persona por su sencillez, humildad y transparencia. En diversas entrevistas me tocó presenciar muchas de esas muestras que lo hacen doblemente admirable y sin que le guste difundir otras que han sido de solidaridad y hasta para financiar proyectos de diversa índole.
En una de las ruedas de prensa con reporteros hispanos Del Toro llego vestido de forma holgada y cómoda. Convivió, rió, jugueteó y hasta posó con los reporteros para las fotos del recuerdo. En una de ellas hasta jugueteo con unos reporteros y poso haciendo caras de rockeros y mostraban las típicas señales con las manos. A uno de estos reporteros, Alfonso, quien tenía una modesta página de web, De Toro le tomo estimación y tanta que en la noche en que gano el Oscar por “La forma del agua” y tras pasar al área de ganadores en la ceremonia del Oscar vio a distancia a Alfonso, camino hacia él y no atendió a comentarios de algunos miembros de la industria así como a otros reporteros y se dirigió a Alfonso que de pie y a un costado lo saludaba a distancia para decirle emocionado “ganamos!. Lo hicimos!”. Lo abrazo efusivamente y el cineasta le puso el Oscar en sus manos.
Algunos reporteros de otros países preguntaban quién era Alfonso y uno de ellos me pregunto sobre éste. Con mi mayor seriedad les expliqué: “Es un gran reportero latino es de las nuevas generaciones”.
Alfonso casi lloraba de la emoción cuando se acercó para compartir lo que le había dicho al oído Del Toro y más se emocionó cuando le dije lo que les explique a los reporteros acreditados. Estoy seguro que ese día ha sido una de las mejores noches del Oscar de varias que cubrió Alfonso como reportero.
Del Toro, ha asegurado que no tienen ninguna obsesión por ganar o imponer un record en premios como los Oscares, lo que siempre ha defendido es que pueda seguir mostrando su pasión por crear, escribir, dirigir y producir historias fantasticas que muevan de sus asientos a los cinefilos y para eso, sin duda, aún su galón de tinta de creatividad sigue medio lleno.