Ex pandillero de Los Angeles se considera “milagro viviente”
Por José Romero Mata.-Los Angeles es considerada la capital de las pandillas en Estados Unidos y por décadas sus integrantes han pasado a formar parte de una lista interminable de asesinatos, crimen y violencia y en donde en múltiples momentos las matanzas entre los diversos grupos formo parte de un paisaje ya más que habitual.
Joe “El J” Castañeda, a sus 68 años se considera un milagro viviente. “Ya dejé atrás todo ese pasado. Desde las drogas y toda la adicción. Llegue a probar hasta droga de Camboya que te ponía bien crazy”, recordó. “De todos mis amigos de la infancia, de los primeros años de la escuela están muertos o en la cárcel enfrentando varias cadenas perpetuas”, compartió el hijo de una familia latina disfuncional, quien creció en el sur centro de Los Angeles, cuna de numerosas pandillas de varios centenares que han coexistido en esta región y en donde las autoridades han luchado por erradicar o por combatirlas.
Nací y crecí en un área de Los Angeles en una época en donde las pandillas eran perseguidas y morían muchos con diferencia de días. En aquellos tiempos hasta algunos policías nos hacían batirnos entre los miembros de distintas pandillas y en el fondo era para de esa manera eliminar de forma más rápida a lo peor de la sociedad”, señalo.
De las primeras veces que caí a la cárcel –en donde el 90 por ciento de su población eran latinos y afroamericanos- era bien sorprendente ver que muchos de los que estaban ahí habían sido amigos y compañeros de mi escuela elemental (primaria). Por eso cuando llegabas todo te abrazaban y te saludaban como si fueras de la familia. Ahí aprendimos de los grandes criminales de aquellos tiempos.
En la prisión eran frecuentes las peleas entre negros y latinos. A veces hasta los mismos alguaciles hacían apuestas de quien ganaba. La verdad yo siempre disfrute mucho pelear así que tan pronto se iniciaba un pleito ya estaba listo y me metía como rehilete en el centro para ir repartiendo puñetazos a todos lados. Es una adrenalina muy especial. Me daba vida, aseguró.
Una ocasión mientras repartía caña por todos lados de repente me encontré con un moreno grandote que era muy bueno para los trancazos y ese si con un solo cruzado me mando como pajarito y me desperté horas después todo adolorido. Aprendí la lección porque a la siguiente batalla cuando veía venir a ese moreno tiraba golpes pero poco a poco me le iba a alejando así que ya no me volvió a noquear. Años después nos hicimos grandes amigos y estoy seguro de cuales fueron mis razones, jugueteó.
-Perdió la cuenta de cuantas veces cayó en prisión
De tantas veces que caí a la cárcel perdí la cuenta pero la mayoría fueron por posesión y consumo de drogas, por asaltos menores, por robo y por violación de mi libertad condicional. Nunca caí por asesinato en donde seguro si me hubieran echado muchos años preso. Muchos nunca supieron que realmente si mate a cuatro pandilleros en diferentes ocasiones pero era porque era parte de la supervivencia de aquellos tiempos o porque nos habían robado o engañado en una venta. En aquellos tiempos ser pandillero te ponía en riesgo de ser balaceado solo por ser de la pandilla contraria.
Cuando mate a los pandilleros nunca hubo investigación ni nada solo los recogían y los mandaban al forense y no pasaba nada ni nadie reclamaba sus restos. Yo era bueno para el manejo de armas de fuego así que se me hacía fácil cuando decidía matar a uno de esos. Les tenía mucho odio porque cuando tenía 13 años me mataron a mi mejor amigo
-Le matan a su mejor amigo
A mi mejor amigo la pandilla contraria le orquestó una trampa con una jovencita que lo invito a una cita de amor pero ahí lo esperaban los pandilleros, la mayoría como de 20 años que le dispararon y le explotaron su cabeza a golpes pero mi pandilla fue más sanguinaria porque también consiguieron a otras mujeres de unos 20 años y estas atrajeron a los asesinos quienes murieron de peor forma y ahí nos encarcelaron a muchos de la pandilla y en mi caso no me comprobaron haber asesinado solo haber sido parte de una organización criminal y por eso estuve varios años preso hasta que me dejaron en libertad después me la pase que entraba y salía por distintas cosas pero siempre logré dar una imagen de que era muy justo por lo que peleaba y si daba protección quería cumplir con quienes les dábamos protección
-Pruebas para pertenecer a pandilla
Conocí a un pandillero que era famoso por escribir con las letras al puro estilo de pandilla. Ese brother tenía muchos pantalones y a él nunca le hicieron pasar la prueba para pertenecer la pandilla. Con lo que hizo en aquellos tiempos le dijeron que ya pertenecía a la banda y no necesitaba hacer nada más. Su acción le convirtió en una leyenda porque en un momento se puso a hacer grafiti en una pared de la pandilla contraria y cuando escribía mensajes con aerosol de nuestra pandilla no le importó que dos pandilleros de los contrarios sacaron armas y le apuntaron a su espalda pero lo vieron tan decidido a morir ahí mismo que guardaron sus armas y se fueron. Cuando le preguntábamos que si no le había dado miedo a morir el solo decía “no me importa de cualquier forma voy a morir y ya no me importa nada”.
-Su novia muere en sus brazos
Lo que me cambió la vida fue que después de tanto andar huyendo y tanto que caí en la cárcel fue que un día estando en la calle con dos amigos y la que era mi novia nos balacearon y los mataron a todos. A mí solo me hirieron una pierna. A mi novia que era la que trataba de convencerme de que ya cambiara de vida se me murió desangrada en los brazos cuando se le vino una bocanada de mucha sangre. Ella era muy buena y me dolió tanto que ya no pude recuperarme y me costó muchos años superarlo.
Todavía la policía me arresto en muchas ocasiones me acusaban de la muerte de mis amigos y mi novia pero cuando les demostré que yo no lo había hecho me dejaron en paz pero siempre me hacían visitas para acusarme de cualquier cosa.
-Dejar atrás a su pasado
Ahora ya sabiendo que me quedan muy pocos años de vida he ido aprendiendo a conocer la Biblia y se las cuento a los jóvenes para que no caigan en las pandillas y mi mejor lección es que les cuento lo que ha sido mi vida y que no vale la pena meterse a ese mundo de donde es casi imposible salirse así que espero pronto ser un pastor y dedicarme a dar la palabra en el Valle de San Fernando en donde hay muchas pandillas aún.