Migrantes padecen de escasas vías legales como refugiados en el mundo, alertan especialistas

Por Jose Romero Mata.- La crisis de migración mundial se agudiza para millones de inmigrantes que tienen escasas opciones migratorias, en medio del cambio climático; creciente pobreza extrema; guerras;  el aumento de gobiernos populistas; autoritarismos asi como movimientos nativistas, alertaron expertos y academicos, que coincidieron en señalar con matices sobre el evidente fracaso de políticas migratorias a nivel internacional y la necesidad de incluir y reconocer la modalidad de asilo bajo la justificación por los cambios climáticos.

Todos los expertos coincidieron en advertir que la problemática de dimensiones políticas y humanitarias involucran a mas de cien millones de migrantes desplazados en el mundo que siguen en busca de un cambio de vida por necesidades urgentes por seguridad y supervivencia y que no solo se debe pensar en la crisis en la frontera de Estados Unidos con Mexico sino en países de europa, Asia, Africa asi como de america central y sudamerica.

Durante la conferencia “Mientras que las crisis crecen, los migrantes en el mundo pagan el precio” organizado por Ethnic Media Services, asi lo señalaron con diversos matices Susan Fratzke, encargada del programa internacional del Insitituto de Politica Migratoria; Andrew Rosenberg, profesor de Ciencia Politica de la Universidad de La Florida, y autor de “Inmigrantes indeseables: Por que el fascismo persiste en la inmigración internacional”; Amali Tower, fundadora y directora de Refugiados por el clima” y Hossein Ayazi del programa de Justicia Mundial del Insituto Othering and Beloging de la Universidad de California en Berkeley.

Estos advirtieron que grandes grupos migratorios se están movilizando para huir de la violencia como es en Ucrania o Bangladesh, pero también otros están huyendo ante los evidentes impactos en ciudades que reportan creciente nivel del mar y climas extremos, y al mismo tiempo denunciaron que estas crisis se han agudizado a causa de políticas erróneas sostenidas por décadas por los países ricos y que mantuvieron condiciones de pobreza y carencia de políticas contundentes y efectivas en países pobres.

Susan Fratzke manifestó que el punto muy importante a nivel general y mundial es el hecho que hay muy pocas oportunidades para viajar y obtener asilo o protección. Si una persona esta en riesgo la única manera es por medio de utilizar a un proceso ilegal porque es muy difícil conseguir una visa legal esto crea distintas crisis humanitarias. Los marcos políticos que se usan son muy anticuados y es muy dificil manejar la logistica en fronteras y muy pocos estados que lo han manejado de forma adecuado ante las personas que están llegando.

Tan sólo el año pasado, Europa recibió casi un millón de solicitudes de asilo -desde países tan distantes como Siria y Afganistán hasta Colombia y Venezuela-, además de los 4 millones de ucranianos que se han reasentado en el bloque desde la invasión rusa de hace un año.

Turquía alberga entre 4 y 6 millones de migrantes y refugiados, además de ser un importante corredor de tránsito para quienes buscan pasar a Europa, mientras que en América Latina unos 7 millones de venezolanos se han extendido por el continente, muchos de ellos asentados en Colombia y Perú

El catedrático Andrew Rosenberg considero oportuno que se impulse una política de enfoque positivo sobre las reales aportaciones tanto económicas como sociales que dejan a las naciones que los reciben como una alternativa real para derribar posiciones antiinmigrantes y de resistencia recalcitrante.

“Debe haber voluntad política del norte global para asistir al sur global, que estos puedan recibir la asistencia que necesitan y al mismo tiempo derribar esta fortaleza en el norte global en donde se ha creado un severo conflicto por la postura antiinmigrante que se aferra a una posición de competencia por recursos lo que ha generado una antipatía contra los migrantes que los hace vulnerables y exacerba prejuicios”, alertó.

Son urgente medidas que entiendan que hay una interdependencia de todos en esta crisis y para ello hay que resaltar el papel de la historia y el de buscar soluciones que eviten perpetuar todas estas crisis, puntualizo.

Amali senalo que el cambio climático en los últimos años ha pasado a ser un factor definitivo para la movilización de grandes números de la población, sin embargo hasta este momento muchas naciones como Estados Unidos no ofrecen el asilo por esta condición, lo que debería ser considerado por las naciones, recomendó.

Incluso podemos decir que hay refugiados que han huido de sus pasies por esas condiciones y prefieren mejor explicar otras causas como violencia para justificar su necesidad de buscar la protección migratoria, añadió

Tower es fundadora y directora ejecutiva de la organización sin ánimo de lucro de refugiados climáticos, Climate Refugees. “No cabe la menor duda de que el cambio climático está provocando desplazamientos en todo el mundo”, afirmó, señalando que cada año unas 23 millones de personas se ven desplazadas por fenómenos climáticos y meteorológicos. Y aunque muchas de estas personas siguen desplazadas internamente en sus países de origen, entre el 80% y el 90% de los refugiados transfronterizos de todo el mundo proceden de países considerados más vulnerables al cambio climático.

Andrew Rosenberg, profesor adjunto de Ciencias Políticas en la Universidad de Florida y autor de “Inmigrantes indeseables: ¿Por qué persiste el racismo en la migración internacional?”, afirma que la respuesta de Occidente hasta la fecha ha sido crear lo que él denomina una “fortaleza climática”.

Citando el racismo histórico y el legado del colonialismo, Rosenberg afirma que es probable que la creciente antipatía contra los inmigrantes en gran parte de Occidente crezca a medida que aumente el número de inmigrantes, proporcionando forraje a “políticos emprendedores” deseosos de subirse a una ola de resentimiento populista para llegar al poder prometiendo endurecer aún más las fronteras.

“Dadas las condiciones de prejuicio, desigualdad y resentimiento en el Norte Global”, especuló, “creo que es poco probable que el Occidente tenga la voluntad política de ayudar”.

En cambio, según Tower, muchos están invirtiendo en reforzar sus fronteras, gastando hasta el doble en mejoras fronterizas que en inversiones en financiación climática que, de otro modo, podrían ayudar a los países en desarrollo a capear más eficazmente los daños causados por el cambio climático.

Esto deja gran parte de la carga sobre los hombros de los países más pobres, que hoy en día acogen aproximadamente al 80% de los más de 100 millones de personas desplazadas en todo el mundo, incluso mientras luchan contra los crecientes impactos del cambio climático, que algunos han estimado que han costado más de 6 mil billones de dólares a la economía mundial. Una vez más, la mayor parte ha recaído en los países de bajos ingresos, que son los que menos han contribuido al calentamiento global, advirtió Rosenberg .

Para Hossein Ayazi, analista político del programa Justicia Global de la Universidad de California en Berkeley, esta confluencia de fuerzas entrelazadas -lo que muchos han dado en llamar la “policrisis“– conduce a varias preguntas importantes, la principal de ellas: ¿cómo están desarrollando los países del Sur Global su capacidad de resistencia o adaptabilidad a la crisis climática?

A principios de este año, Ayazi y sus colegas publicaron los resultados de una encuesta sobre la forma en que las organizaciones medioambientales y agrícolas de África están abordando esta cuestión. Muchas apuntaron a la aparición de economías localizadas construidas en torno a sistemas alimentarios sostenibles y a un distanciamiento de la dependencia de la extracción de recursos -incluidos los combustibles fósiles-, que normalmente ha enriquecido a los países más ricos a costa de los ecosistemas locales y el clima mundial.

“Esto significa transformar de raíz las condiciones que crean el el desplazamiento forzado”, afirmó Ayazi, señalando que el apoyo a tales esfuerzos por parte de los países más ricos es “fundamental para abordar tanto la crisis climática como para mitigar la migración inducida por el clima”.